Hoy nos despedimos del Colegio para iniciar una nueva etapa. Cuántas veces pensamos que un día teníamos que irnos y hoy sin querer lo comprendimos, que por muy lejos que esté cualquier fecha, como el cuento de hadas tiene un bello fin.
Y esta historia tan llena de aventuras, alegrías, enseñanzas y sueños que con mis compañeros compartimos, han dejado huella a tal grado que no dejaremos de pensar en la escuela, pues ella nos formó y nos dio la gran oportunidad de crecer, dejando en nuestra persona el gran legado de tener las herramientas suficientes para poder continuar y ser mejores personas, poderle brindar al país el producto de la semilla de nuestros maestros, a cambio del esfuerzo sin medida para con el trabajo poder cumplir.
Nunca podremos pagarles lo que han logrado fomentar en nosotros, pues ni con todo el dinero del mundo podríamos agradecerles su labor que con tanta entrega y tanto amor nos dieron a cada uno de nosotros.
Cada día, cada instante, les viviremos eternamente agradecidos, pues gracias a la estancia en estas aulas, comprendimos que no hay mejor momento en la vida, que de sentirnos satisfechos del trabajo cumplido, pues al pasar el tiempo, nuestra existencia se llena de esos grandes logros, que solamente alcanzan las personas decididas a conseguirlos.
A los padres de familia les agradecemos su apoyo, paciencia, pero sobre todo, el esfuerzo enorme realizado al poder darnos este privilegio, que es la educación.
A los amigos y compañeros por brindarnos siempre su amistad, comprensión y cariño.
Y no olvidemos a Dios por darnos la vida y el privilegio de poder vivirla.
Muchas gracias.
